Llamar "fascista" a Macri resulta algo exagerado, cuando no es un líder de masas, como Ella, figura autoritaria, mesiánica y fuerte, con voluntad para fundar un Reino de los Mil Años, con la pasión del Ministerio de la Venganza. Pienso en Javier Grosman, creador de Tecnópolis, y no puedo evitar compararlo con un propagandista tristemente célebre. No creo que los kirchneristas quieran perpetrar un genocidio. Pero sí tienen visiones un tanto "juguetonas" de la política. Acá se podría incluir al enano Kicillof y su complejo de Napoleón. Veremos qué sucede. Yo creo que Fernández puede tratar a CFK del mismo modo que los K trataron a Duhalde. La traición es una institución dentro del peronismo, el partido de la lealtad. La Argentina tiene democracia asegurada porque siempre aparece alguno que mata la re-reelección de un Sultán Turco o de una Arquitecta Egipcia. Ojalá la historia, lejos de elogiar los vicios totalitarios de tan inteligentes y ambiciosos estadistas, los vaya absorbiendo, que no absolviendo. Confío en la depuración que los años llevarán a cabo. Nos debemos un proceso de madurez, concordia y convergencia social, sin grietas fomentadas por gorilas inútiles, verdaderos culpables de la eterna vigencia del justicialismo...
Llamar "fascista" a Macri resulta algo exagerado, cuando no es un líder de masas, como Ella, figura autoritaria, mesiánica y fuerte, con voluntad para fundar un Reino de los Mil Años, con la pasión del Ministerio de la Venganza. Pienso en Javier Grosman, creador de Tecnópolis, y no puedo evitar compararlo con un propagandista tristemente célebre. No creo que los kirchneristas quieran perpetrar un genocidio. Pero sí tienen visiones un tanto "juguetonas" de la política. Acá se podría incluir al enano Kicillof y su complejo de Napoleón. Veremos qué sucede. Yo creo que Fernández puede tratar a CFK del mismo modo que los K trataron a Duhalde. La traición es una institución dentro del peronismo, el partido de la lealtad. La Argentina tiene democracia asegurada porque siempre aparece alguno que mata la re-reelección de un Sultán Turco o de una Arquitecta Egipcia. Ojalá la historia, lejos de elogiar los vicios totalitarios de tan inteligentes y ambiciosos estadistas, los vaya absorbiendo, que no absolviendo. Confío en la depuración que los años llevarán a cabo. Nos debemos un proceso de madurez, concordia y convergencia social, sin grietas fomentadas por gorilas inútiles, verdaderos culpables de la eterna vigencia del justicialismo...