Los mientros. Agonizo mientras me denuncio por haber dejado mucho librado al azar. Pero también me defiendo de mí y digo que el azar es una máquina de Dios. Otra: la Fortuna es una empleada de la burocracia celestial, la cual se financia a sí misma. Porque decir que las plegarias son como los impuestos equivale a negar la existencia de la Divina Providencia. El Estado es humo que ahoga a millones. Tiene mucho de entelequia. Pero mata como una perdida de gas. Ahora, Jesús es el Trump de su reino. Además de ser rubio como el neoyorquino, Cristo ayuda a la gente desde la caridad y la no molestia, a diferencia de Hillary y Satanás.
Los mientros. Agonizo mientras me denuncio por haber dejado mucho librado al azar. Pero también me defiendo de mí y digo que el azar es una máquina de Dios. Otra: la Fortuna es una empleada de la burocracia celestial, la cual se financia a sí misma. Porque decir que las plegarias son como los impuestos equivale a negar la existencia de la Divina Providencia. El Estado es humo que ahoga a millones. Tiene mucho de entelequia. Pero mata como una perdida de gas. Ahora, Jesús es el Trump de su reino. Además de ser rubio como el neoyorquino, Cristo ayuda a la gente desde la caridad y la no molestia, a diferencia de Hillary y Satanás.