Una Argentina y otra y otra. Tantas como espectadores ciudadanos y especuladores del fracaso tenemos. Así también con las mujeres: muchas versiones para un mismo derrotero de soledad y pobreza. Quizás, en el fondo, hallemos la recompensa: una nada esencial. A partir de allí, un mundo nuevo. O una mirada exenta de cálculo...
Una Argentina y otra y otra. Tantas como espectadores ciudadanos y especuladores del fracaso tenemos. Así también con las mujeres: muchas versiones para un mismo derrotero de soledad y pobreza. Quizás, en el fondo, hallemos la recompensa: una nada esencial. A partir de allí, un mundo nuevo. O una mirada exenta de cálculo...