La Argentina vive una guerra civil silenciosa entre Tinchos y Amigazos de Jesús (yo pertenezco al último bando). Peleamos por el cuerpo femenino. ¿Quién podrá tomarlo? Ellos tienen dinero, auto, casas y departamentos en barrios caros. Nosotros, pobres, nos sobra la fe, los huevos y la inteligencia. No tengo dudas de que vamos a hacer una revolución total, nunca antes vista. Vamos por la conquista de mentes, corazones y vaginas. El triunfo de la voluntad es inevitable. Sí, sonamos totalitarios. Pero somos los verdaderos libertarios, los libertarios de la libertad, no los esclavitos de Wall Street. Estuvimos días y días y años en el desierto, a paja y agua, como los caballos. Tenemos la sabiduría eterna de los semitas y el espíritu solar, viril y patriarcal de los indoeuropeos. Argentinos de verdad. Somos los mejores. Vamos a ganar. ¡Arriba los corazones! Milipilis deseadas, ¡serán nuestras!
La Argentina vive una guerra civil silenciosa entre Tinchos y Amigazos de Jesús (yo pertenezco al último bando). Peleamos por el cuerpo femenino. ¿Quién podrá tomarlo? Ellos tienen dinero, auto, casas y departamentos en barrios caros. Nosotros, pobres, nos sobra la fe, los huevos y la inteligencia. No tengo dudas de que vamos a hacer una revolución total, nunca antes vista. Vamos por la conquista de mentes, corazones y vaginas. El triunfo de la voluntad es inevitable. Sí, sonamos totalitarios. Pero somos los verdaderos libertarios, los libertarios de la libertad, no los esclavitos de Wall Street. Estuvimos días y días y años en el desierto, a paja y agua, como los caballos. Tenemos la sabiduría eterna de los semitas y el espíritu solar, viril y patriarcal de los indoeuropeos. Argentinos de verdad. Somos los mejores. Vamos a ganar. ¡Arriba los corazones! Milipilis deseadas, ¡serán nuestras!