Un bloqueo y un escrache. Lo único que, aparentemente, el grueso de las feministas tendría para ofrecer. Como nos lo ha mostrado Black Mirror, y como más de uno lo habrá padecido en su vida personal, el bloqueo es una forma simbólica de homicidio, igual que un despido, una práctica del orden de la supresión del prójimo. El mundo, hipócrita, condena a Trump por un muro, ¿pero cuántas barreras le has puesto a los demás con tal de no verlos? He ahí una invisibilización de la que nadie habla. Excepto dementes como yo, o el carismático Adro Des Champs. Extraña que personas cultas, profesionales y cosmopolitas procedan con linchamientos y hogueras propias de otro tiempo. ¿El diálogo se murió, se mató, lo mataron? Noto con preocupación la reproducción endogámica de las propias ideas y la negación tajante de la "otredad", término comodín de la gentecilla de Humanidades. Posiblemente, cada cual mantendrá sus convicciones. Pero sería interesante que podamos, como una sociedad madura, encontrarnos en lo cotidiano, en el marco de la amistad, el amor y las relaciones interpersonales. La gran mayoría de mis afectos son de izquierda. Por mero artificio literario, le inventé nombres a mis seres queridos: la Virgen Atea, Trosko Boy, Oso Rojo, Glitter Woman, Piba Troska. Personajes hijos de Puan, de banderas coloradas y utopías varias. Años que comparto charlas, salidas y otras actividades. ¿O acaso piensan que el que escribe, el Amigazo de Jesús, el Chacal de Villa Lugano, no se da con el que tiene otra manera de ver las cosas? Más allá de los chistes y las chicanas, me parece que surge ante nosotros la posibilidad de abrazarnos en el amanecer de este año. Dedico estas sentidas palabras a alguien que, de una manera u otra, amenazó con matarme...
Un bloqueo y un escrache. Lo único que, aparentemente, el grueso de las feministas tendría para ofrecer. Como nos lo ha mostrado Black Mirror, y como más de uno lo habrá padecido en su vida personal, el bloqueo es una forma simbólica de homicidio, igual que un despido, una práctica del orden de la supresión del prójimo. El mundo, hipócrita, condena a Trump por un muro, ¿pero cuántas barreras le has puesto a los demás con tal de no verlos? He ahí una invisibilización de la que nadie habla. Excepto dementes como yo, o el carismático Adro Des Champs. Extraña que personas cultas, profesionales y cosmopolitas procedan con linchamientos y hogueras propias de otro tiempo. ¿El diálogo se murió, se mató, lo mataron? Noto con preocupación la reproducción endogámica de las propias ideas y la negación tajante de la "otredad", término comodín de la gentecilla de Humanidades. Posiblemente, cada cual mantendrá sus convicciones. Pero sería interesante que podamos, como una sociedad madura, encontrarnos en lo cotidiano, en el marco de la amistad, el amor y las relaciones interpersonales. La gran mayoría de mis afectos son de izquierda. Por mero artificio literario, le inventé nombres a mis seres queridos: la Virgen Atea, Trosko Boy, Oso Rojo, Glitter Woman, Piba Troska. Personajes hijos de Puan, de banderas coloradas y utopías varias. Años que comparto charlas, salidas y otras actividades. ¿O acaso piensan que el que escribe, el Amigazo de Jesús, el Chacal de Villa Lugano, no se da con el que tiene otra manera de ver las cosas? Más allá de los chistes y las chicanas, me parece que surge ante nosotros la posibilidad de abrazarnos en el amanecer de este año. Dedico estas sentidas palabras a alguien que, de una manera u otra, amenazó con matarme...